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  • Esther Baldelomar

Un pequeño gran rincón en Berlín

Imagina que te encuentras en un país extraño, donde debes comenzar desde cero, no tienes amigos ni personas conocidas con quién compartir y además no entiendes el idioma. Suena un poco triste y desesperanzador, pero ahora imagina que conforme pasa el tiempo entiendes cada vez más el idioma, conoces personas y algunos se convierten en tus amigos más fieles, tienes los medios para estudiar y trabajar, te sientes cómodo con la vida que has construido.

Este es solo un ejemplo del proceso que han vivido cientos de jóvenes provenientes de diferentes países del Medio Oriente y que han encontrado refugio en Alemania, han logrado establecerse y han tenido la oportunidad de comenzar una nueva vida.


Estos jóvenes están lejos de su hogar, han vivido momentos duros, han dejado a sus familias y amigos, todo esto como resultado de las situaciones de peligro que han acontecido en sus países. Ahora ellos están en busca de oportunidades, también buscan su camino y están descubriendo quiénes son en un país diferente donde hay nuevas reglas y diferentes estilos de vida.


En medio de esta gran ciudad hay un pequeño lugar con un gran corazón llamado Visioneers y no es solamente una oficina para hacer tareas también es un espacio donde los jóvenes pueden compartir con otras culturas, compartir sus historias, aprender a trabajar en equipo y por supuesto divertirse.


Este es un lugar dónde los adolescentes encuentran una familia que los acepta y los entiende, que se preocupa por su crecimiento personal y profesional. Con el tiempo se dan cuenta que las puertas siempre están abiertas para ellos.

Visioneers ha ofrecido clases de costura donde los chicos han creado sus propias bufandas y gorros para el invierno, clases de pintura, tutorías de inglés, matemáticas y en otras áreas. Lo más importante de estas clases es que los jóvenes pueden explotar su creatividad y aprovechar el tiempo después de clases o de sus trabajos.

Todo esto es impartido tanto por voluntarios alemanes como de diferentes países que invierten su tiempo para apoyar a la organización.

En el verano la mayoría de las actividades son al aire libre como paseos a lagos o parques para aprovechar los días de vacaciones con buen clima. En este tiempo se organiza un campamento de verano ¨English Camp¨, y el objetivo es que los jóvenes puedan reforzar su nivel de inglés y divertirse al mismo tiempo.

Uno de los proyectos más recientes es “Gemeinsam für ein besseres Berlin” (Juntos por un mejor Berlín). La idea de este proyecto es envolver a los jóvenes en actividades que aporten algo positivo a la ciudad, como visitar Hogares de ancianos, recolectar comida para personas en necesidad, unirse con otras organizaciones en actividades de ayuda social.


Si les interesa ver fotos sobre las actividades las pueden encontrar en el perfil de Visioneers en Facebook (https://www.facebook.com/pg/visioneers.berlin/photos/?ref=page_internal).


El tiempo que he compartido con estos chicos ha sido bastante agradable, son jóvenes humildes y muy amigables, y una de las cosas que más me agrada es ver que son muy unidos y me han hecho sentir como en casa.


Este ha sido un buen tiempo de mucho aprendizaje tanto de las cosas que alegraron mi corazón como de aquellas que dolieron en el proceso, sin embargo; estoy segura que todo esto significa crecimiento. Definitivamente mi perspectiva sobre cómo estamos viviendo, compartiendo con la gente e invirtiendo el tiempo ha cambiado. Esto no significa que debemos viajar a otro país para saber que podemos hacer algo diferente, si no que dónde sea que estemos podamos ver las necesidades y actuar ante estas situaciones.


Siempre muy agradecida con la gente que sido un gran apoyo en estos meses y por supuesto con aquellos que han tomado su tiempo para leer este artículo.


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