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  • Carlotta Klöckner

Un día de trabajo un poco diferente

Suena el despertador. Me levanto, tomo desayuno, me visto y me cepillo los dientes. Me pongo mis sandales de Birkenstock y me voy en camino a la escuela. Llegando ahi, encuentro las puertas cerradas. Le mando un mensaje a mi jefa. Enseguida me contesta: “Hoy hay una conferencia de profesores, por eso la escuela permanece cerrada por todo el día.” Entonces camino los 2 minutos de vuelta a la casa y recuerdo Alemania. ¿Pensaba que las conferencias escolares siempre tenían lugar después de las clases? Claro, para no perder ningún minuto de clase. Pero aquí en Costa Rica, los relojes van a un ritmo distinto. Cancelar las clases por varios razones muy interesantes no es inusual. Es parte de la Vida pura. Me acostumbré rápidamente – no fue tan difícil para mi. Pero sí lo encuentro raro que les niñes nunca saben porque se cancelan las clases, y tampoco saben cuando empiezan sus vacaciones.


Llegando a casa, pienso en como aprovechar mi tiempo libre. Siempre hay trabajo que hacer. Los/las que me conocen saben que no puedo manejar bien el aburrimiento y no hacer nada. Sí, ya sé que la calma del aburrimiento y no-hacer es importante, pero yo todavía estoy en el proceso de aprendizaje. Créenme, Costa Rica es el lugar perfecto para aprender eso. Aún así, estoy aquí para trabajar. Después de todo, quiero aprovechar mi tiempo de voluntaria. Me alegro de haber ganado un poco de tiempo y prendo mi computador. En Internet me pongo a buscar ideas de bricolaje y contenido potencial para el curso de inglés y ejercicios de concentración. Quiero estar preparada y encontrar tareas bien pensadas que les trae diversión a les niñes. Preparación es bueno, a veces la espontaneidad es mejor. Por la barrera de idioma debo admitir que todavía prefiero la preparación a la espontaneidad. A continuación podré trabajar en mis tareas para VISIONEERS – o ¿mejor escribir

un blog y actualizar mi campaña de Betterplace? Como dije antes, ¡siempre hay trabajo que hacer!



Después de un corto vistazo a mi vida laboral, aquí viene un vistazo más informativo:

En la mañana, Lina y yo vamos turnando para trabajar en el jardín de infantes de la escuela o en el Cen-Cinai. En el jardín de infantes, les niñes normalmente tienen entre 4 y 6 años. Ahi se enfoquan en prepararlos/-las para la escuela. Eso significa que hay mucho bricolaje, se aprenden el alfabeto y los números y también ya algunas palabras ingleses. También hay un descanso en el cual les niñes pueden corretear. Yo apoyo a la profesora y ayudo a les niñes con sus tareas. También puedo probar iniciativa propria, por ejemplo en dirigir un curso de inglés, o en traer ideas de bricolaje o otros ejercicios.


El Cen-Cinai es más como una guardería infantil que un jardín de infantes. La mayoría de les niñes tienen entre 2-4 años. Aquí reciben desayuno y almuerzo y deben aprender como comer correctamente con tenedor y cuchillo. Aunque, en realidad solo hay una cuchara para les niñes. Y no todas las comidas se pueden comer bien con una cuchara... Después de comer obviamente hay que cepillarse. Lo que está en primer plan es jugar y divertirse. Hay canto, baile y les niñes tienen juguetes con los cuales ocuparse. En el área interior hay sobre todo juguetes de aprendizaje, mientras que en el exterior hay vehiculos de juguete, balónes, columpios, una cama elástica y mucho más. Realmente estoy entusiasmada por el equipamiento enorme del Cen-Cinai.


También me entusiasma ver que el tema de sustentabilidad juega un rol tan grande en el Cen-Cinai. Para entender eso hay que saber que, aparte de las fuentes ecologicas de luz, la gente de Costa Rica tiene muy poca consciencia de sustentabilidad. Cada vez que voy de compras veo un mar de bolsas plásticas, a pesar de que esas están prohibidas en Costa Rica. Aún así a menudo se puede ver a gente dejando el supermercado con 20 bolsas plásticas. Hay muy pocos productos en vidrio, la mayoría está envasado en plástico y casi todos los productos en las estanterías pertenecen a Nestlé. Para mí es muy difícil acostumbrarme a eso. Con el Cen-Cinai, cada viernes vamos a la playa con les niñes para recoger la basura de los turistas. Una actividad maravillosa. Además, Lina y yo estamos haciendo mucho bricolaje con materiales reciclados. En su mayor parte, esos sirven de decoración. Por ejemplo hicimos decoración de Navidad de papel de baño y la parte final de unas botellas. En general estamos apoyando la maestra del jardín infantil en cuidar, divertir les niñes y también en limpiar. Además, ayudamos a la trabajadora de la cocina en distribuir la comida y lavar la loza.


Después de un descanso de mediodía, seguimos con el trabajo. Hay que ocuparse de nuestro proyecto real, “Uno+”. Tiene lugar 3 días de la semana en la tarde y el miércoles en la mañana. Los otros 2 días, usamos la tarde para cumplir con nuestras tareas para nuestra organización VISIONEERS. Es mi tarea de redactar el newsletter. “Uno+” trabaja en tres ubicaciones distintas. Les niñes vienen después de sus clases o entremedio de sus descansos para pasar tiempo juntes, divertirse, hacer bricolaje y estudiar. Con el proyecto queremos facilitar un entretenimiento a les niñes afuera de sus horas escolares, que no sea drogas o criminalidad. Además queremos aliviar la carga de las familias que, por sus trabajos o otras razones, solo tienen poco tiempo para sus hijes y no los/las pueden apoyar mucho.


Ya que “Uno+” se instaló con ayuda de la iglesia, esa misma tiene un rol importante. Hay oraciones en común y a través de las tareas de bricolaje se enseña sobre la biblia y Dios. Estoy muy agradecida que les empleades se encargan de eso. Yo no me sintiría capaz de explicar la iglesia a les niñes o enseñar algo sobre la biblia – ni en español, ni en alemán. La relación entre la gente en Costa Rica y la iglesia y Dios es diferente a lo que conozco y a lo que estoy acostumbrada. Es más fuerte, intensa y dependiente. Siento que en Alemania simplemente estamos más relajades con ese tema. Quizás por las numerosas posibilidades y la fuerte influencia occidental, y por las formas de pensar más liberales que tenemos a nuestra disposición. Cuestionamos más las cosas y no aceptamos todo lo que está escrito. Las tradiciones están desapareciendo; nosotres cambiamos junto al mundo que está en un desarrollo constante. Aquí, a veces se siente como si el mundo se iba a parar.


Aún así podemos apoyar les empleades en muchas cosas. Por la diferencia en edad que está bastante grande (6-14 años), podemos ayudar sobre todo con les niñes más jóvenes, sea con cortar, enfilar o pegar. También podemos incluir y implementar nuestras proprias ideas (de bricolaje). Puedo notar que a lo que disminuye la barrera de idioma me siento más y más cómoda percibiendo y implementando mis proprias ideas. De vez en cuando damos clases de inglés – lo dirigimos nosotras mismas, ya que les empleades no saben hablar inglés. Y casi siempre hay bricolaje. Ya que sean atrapasueños, un montón de árboles de Navidad, cartas de Navidad, estrellas de Navidad, el bricolaje siempre les gusta a les niñes. Aunque faltan muchos insumos (a veces hasta simples hojas de colores), siempre intentamos ponernos creativas y implementar la mayor cantidad posible de ideas. Juegos activas, las “dinámicas”, siempre les hacen sonreír a les niñes. Además vamos mucho al parque con ellos/as para jugar fútbol. ¡En Costa Rica realmente son fanáticos del fútbol! También les ofrecemos a les niñes que traigan sus tareas y nosotras les apoyamos en hacerlas. Temáticas como el amor, la amistad, la familia o el acoso escolar también están incluidas en el programa de “Uno+”. Al final, cada niño/niña recibe unas galletas o plátanos y una bebida. Lo que también es importante saber, nosotras como voluntarias estamos aquí para apoyar y de ninguna forma podemos sustituir un empleo real. Un poco antes del inicio de las vacaciones de Navidad organizamos una gran fiesta navideña para todes les niñes de las ubicaciones diferentes. Realmente esperamos de haberles echo una gran alegría a les niñes.



Después de un resumen más o menos informativo, lo que sigue son los aspectos más emocionales: Me siento muy cómoda con mi trabajo. Estoy agradecida que mi trabajo es tan diverso gracias a los ubicaciones y organizaciones diferentes. Por supuesto hay días más aburridos y días más interesantes que otros. Era mi deseo poder incluir e implementar mis proprias ideas, ese deseo se cumplió. Yo soy la única responsable para hacer mi trabajo lo más interesante y divertido posible. Más ideas y iniciativa propria puedo integrar, más me divierto en hacer mi trabajo y al mismo tiempo aprender mejor el español. Y en total son tres partidos que pueden aprovechar de eso – les niñes, mis compañeres y yo.


Ya he tenido muchas experiencias positivas, pero también algunas negativas. Voy a empezar con las malas y terminar con las buenas. Ya en mi primera semana he tenido que enseñar yo sola un curso de inglés por 2 horas. 20 niñes y una persona que todavía no conocían delante de ellos/as – era obvio que no me mostraban mucho respeto. Además la barrera de idioma que todavía era enorme. Más encima no es permitido dejar les voluntaries a solas. Un montón de niñes gritando, muy fastidioso, pero una experiencia de la cual solo puedo aprender. Otra experiencia en el jardín infantil me chocó bastante. En una hoja de papel había una niña y un niño. La chica, muy estereotípica, tenía el cabello largo, zapatos de tacón y con un vestido. El chico, también todo estereotípico, con el pelo corto, vestido de polera y pantalones. La profesora pregunta de qué están vestides el chico y la chica en el imágen y como se ven. Les niñes contestan. Después pregunta si les niñes del imágen son chicas o chicos. Les niñes contestan. Un niño no se atreve a contestar. Por eso la profesora le pregunta si el es una chica. No viene ninguna respuesta. El niño es completamente intímidado. Al final la profesora me pregunta a mi si yo soy una mujer. Solo logro responder con un “sí” en una voz bajita. La profesora se da vuelta al niño de nuevo y le pregunta si él es una chica. Les otres niñes empiezan a reírse. Después de eso el chico contesta que es un niño. Me quede sin palabras vaya, esa profesora logró lo que quería. Después se enseña a les niñes entre 4-6 años sobre los órganos genitales. Les dicen que cada chico y cada chica tiene un órgano genital específico.


Ver todo eso fue horrible para mí. Lo que fue aún peor fue no poder oponerme. Todo lo que podía hacer era desaparecer en mi silla. Me sentía muy tensa, frustrada. Tenía un nudo enorme dentro de mí. Me sentí impotente, tenía que dejar que pase lo que pase. Tanto que quería hacer una objeción, mencionar ejemplos de la cultura europea. Lamentablemente tenía que reprimirme, ya que yo soy una huéspeda en una cultura ajena. Y a pesar de todo, de lo horrible que me sentí en esa situación, fue una parte importante de mis experiencias de vivir en una nueva cultura y una sociedad diferente. La cultura en Costa Rica se basa en una mentalidad más tradicional y, en mi opinión, anticuada. Lo difícil que sea para mí, tengo que aceptar eso. Es muy duro encontrar un equilibrio entre aceptación y intervención.


A pesar de algunas experiencias negativas, había momentos hermosos y positivos en abundancia. Ya que sea la franqueza y emoción de les niñes al hablar – me parece como si fueran más interesades y curioses en mi y mi cultura que cualquier adulto/a. O su energía que se transmite sobre mí – desde cansancio y agotamiento hasta motivación y alegría. Tan solo ver la sonrisa de les niñes cuando reciben una alabanza no tiene precio. Un día increíblemente bonito fue cuando hicimos una excursión al parque. Jugamos muchísimos juegos. Les niñes se reían despreocupadamente. Parecían felices, lejos de todos los problemas de la casa o la escuela. Una chica me tenía agarrada casi toda la tarde. A cada rato me preguntó si la podría levantar a mis brazos. Después me dió un abrazo muy fuerte y no me soltó más. Un momento tan bonito en el cual sentí tanto amor y dulzura de una niña tan pequeña. También es maravilloso ver cuando les niñes, después de muchas explicaciones y unas fases demotivadas, entiendes las tareas de matemáticas y mejoran sus resultados. No solo ellos/as se sienten orgullosos/as, también yo me siento muy orgullosa de ellos/as. Ese momento en el cual tienes el sentimiento de realmente puedes hacer una diferencia es tan bonito, sin palabras. En esos instantes nunca puedo parar de sonreír.



Mi día de trabajo un poco diferente ya se acabó. Agotada del calor me voy a buscar un helado de maní donde mi abuela. Me siento en el sofá, acariciando nuestro gato y leyendo un poco en un libro infantil en español. Trata de un perrito – una historia muy conmovedora. Unos instantes más tarde, Lina y yo nos cocinamos una rica cena y vemos un capítulo de “The Hundred” – en inglés con subtítulos españoles. Después de lavar la loza y, como siempre, tomar una ducha fría, me acuesto en mi cama, muy contenta. Estoy pensando en lo feliz que soy apoyando a les niñes en sus caminos y lo emocionada que me tienen los próximos meses. De día a día me encariño más de ellos/ellas. Solo hay una cosa que sigue pasando por mi cabeza y no me deja dormir: lámentablemente, pronto se acabará el periodo de Navidad y tendré que pensar en nuevas temáticas para el bricolaje... ¡Espero mucho que se me ocurre algo!

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