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  • Cristel Bermudez

"Pez fuera de la pecera"



“Si hubiera sabido que esto era tan bueno, lo hubiera intentado un poco antes“, así es, a pesar de que no ha sido fácil estar lejos de mi familia y por decirlo así de mi zona de confort, y aunque ha sido un sacrificio eso de sentirse a veces muy sola y no comprendida, ha valido, sí que lo ha valido, ha valido personas, momentos, risas y lugares. Por supuesto que es parte de ser humano sentir muchas emociones y a veces todas juntas, es un poco difícil pero a pesar de todo es lindo saber que todo eso existe en nuestro ser y es parte de ser. Y sí hubiera hecho esta gran aventuran antes pero

nada llega ni muy tarde o ni muy temprano, todo llega justo a tiempo. Voy a ser un poco más abierta hacía ustedes con este blog, por supuesto que al ser extranjera se corre el riesgo de sufrir bullying ya sea por idioma o por cultura, y a veces es complicado lidiar con eso, pero tratar de que no afecte es lo que mejor se puede hacer y por cada persona que lo hace; cinco estan conmigo apoyándome y eso realmente es increíble. Les escribo esto porque quiero ser sincera con ustedes y no pintarles un panorama surreal, porque sí pasan estas cosas y siempre van a pasar pero depende mucho de nosotros mismos si esto nos debilita o hacemos caso omiso a este tipo de situaciones y nos fortalecemos. También hay que comprender que muchas de estas personas no han tenido un intercambio cultural realmente y si lo tuvieron; no fue de mucho impacto para ellos, pues para mí una persona que hace este tipo de voluntariado o bien “ayuda social” y visitar otros países, tienen que tener un corazón humilde y consciente, lamentablemente no son el caso. Les comenté que fui a un seminario en enero en el cual conocí un grupo de latinos provenientes de Bolivia y pues me hice amiga de ellos y pude visitar a un par de amigas que hacen voluntariado en Hamburgo, pasé con ellas un tiempo maravilloso y me enamoré de Hamburgo; es que es un lugar maravilloso, la gente ahí es súper amable y abierta, no hay estrés de nada y lo único que se puede sentir es una tranquilidad acompañada de paz intangible e inigualable. Sin duda alguna un lugar para escapar del caos y la rapidez con la que se vive en la ciudad.

También mi amigo de Boliva "Lucho" vino a casa, ya que también vive en Berlín y compartimos junto con mis papás alemanes de una buena charla y tarde de café, creo que de eso se trata de abrirse a las personas y saber que nos tenemos los unos a los otros.


Estoy en la etapa en la que me he sentido como pez fuera de la pecera. He hecho trabajos de todo tipo desde limpieza, traducción de documentos y ayudar un poco con la contabilidad, también el ir a una escuela a presentar el proyecto weltwärts y hablar frente trece jóvenes y dos profesores en alemán, ha sido de mi agrado demostrar de lo que soy capaz. Ver que cada día aprendo y practico más y más alemán, ver como puedo transmitir y contagiar felicidad a las personas que me rondean y lo más increíble que algo tan simple como un “Buenos días” cambia la cara de las personas al decirlo, por ejemplo hay una vecina que siempre saca su perro a dar un paseo y siempre iba seria en su camino hasta que después de varios días de verla; pensé “Por qué no desearle un buen día” y juro que la sonrisa de ella al decirselo; me alegró la vida y desde entonces siempre sonríe al verme y me desea un buen día también. Es aquí donde vuelvo a la frase del inicio “Si hubiera sabido que esto era tan bueno, lo hubiera intentado un poco antes“, hace mucho dejé atrás los miedos y preocupaciones del qué dirán y comencé a ser yo o un yo mejorado. Y si bien comprendo que no todo lo que doy es recíproco pero se siente bien hacer el bien y saber que todo lo que se hace de corazón cosecha aún en lugares y en personas inimaginables.

En febrero cayó un poco de nieve y juro que me sentí la más feliz del mundo al verla ya que era la primera vez que la veía, fue fantástico. Y así van pasando los días; ya casi más cerca de sentir calorcito otra vez, que por supuesto es justo y necesario. Hermoso es ver como las hojas van creciendo, como todo se vuelve verde y las flores comienzan a frotar, las personas comienzan a mejorar su estado de ánimo; no cabe duda alguna que el clima está cambiando. Y también que mi tiempo en Berlin está acabando, en unos meses diré adiós a esta gran aventura de voluntariado que ha sido una amalgama de experiencias.







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